miércoles, 15 de octubre de 2008

El Fantasma de Edna Lieberman -Roberto Bolaño




Te visitan en la hora más oscura
todos tus amores perdidos.
El camino de tierra que conducía al manicomio
se despliega otra vez como los ojos
de Edna Lieberman,
como sólo podían sus ojos
elevarse por encima de las ciudades
y brillar.
Y brillan nuevamente para ti
los ojos de Edna
detrás del aro de fuego
que antes era el camino de tierra,
la senda que recorriste de noche,
ida y vuelta,
una y otra vez,
buscándola o acaso
buscando tu sombra.
Y despiertas silenciosamente
y los ojos de Edna
están allí.
Entre la luna y el aro de fuego,
leyendo a sus poetas mexicanos
favoritos.
¿ y a Gilberto Owen,
lo has leído?,
dicen tus labios sin sonido,
dice tu respiración
y tu sangre que circula
como la luz de un faro.
Pero son sus ojos el faro
que atraviesa tu silencio.
Sus ojos que son como el libro
de geografía ideal:
los mapas de la pesadilla pura.
Y tu sangre ilumina
los estantes con libros, las sillas
con libros, el suelo
lleno de libros apilados.
Pero los ojos de Edna
sólo te buscan a ti.
Sus ojos son el libro
más buscado.
Demasiado tarde
lo has entendido, pero
no importa.
En el sueño vuelves
a estrechar sus manos,
y ya no pides nada.

2 comentarios:

Roberto dijo...

es mi poema favorito de Roberto. Estremecedor, inmenso, hermoso....escrito con las entrañas.

viva Bolaño

un abrazo

Mario Casasús dijo...

Entrevista a Edna Lieberman: “Roberto Bolaño es mi fantasma”
Por Mario Casasús
El Clarín de Chile

México DF.- En entrevista exclusiva con Clarín.cl Edna Lieberman (1958), la musa y personaje en la narrativa de Roberto Bolaño, habla de la novela Cartas a mi fantasma (Editorial Terracota, 2009), título que juega con el poema: El fantasma de Edna Lieberman publicado en Los perros románticos. “Me encontré nombrada y evocada en su literatura, tanto bajo seudónimos como con nombre y apellido. Ahí empezó mi profundo duelo atemporal, off-time, se habían cumplido 3 años del fallecimiento de Roberto. Me sentí desesperada al no poder preguntar, responder, agradecer o simplemente entablar la conversación, que entre los dos quedó trunca”

La evocación escrita por Bolaño en el poema Musa y en El fantasma de Edna Lieberman (Los perros románticos, 2000); hizo eco entre Llamadas telefónicas (1997), ahí Edna es “la mexicana”; En Los detectives salvajes (1998) la seduce con el seudónimo de “Edith Oster”; en Tres (2000) la describe como “la desconocida que desaparece en su Atlántida”; en Amberes (2002) vuelve a ser “la mexicana, judía, pecosa, de piernas flacas y pelo caoba”; aparece en varios versos de La Universidad Desconocida (2007) como “Edna”; y en la novela póstuma 2666, Bolaño la nombra “Edna Miller”.

Edna Lieberman imagina los escenarios si hubiera leído a tiempo la poesía y narrativa de Bolaño, habían pasado 30 años sin que ambos entablaran una conversación, después del intenso romance que vivieron en Barcelona; lo que comenzó como un íntimo epistolario y catarsis, terminó convirtiéndose en la novela autobiográfica Cartas a mi fantasma (2009), la trama transcurre durante un viaje a España, Edna visita a las amistades que compartió con Roberto en 1979, desde Bruno Montané a Victoria Ávalos; sin pretender escribir a 4 manos, Edna recurre a la poesía e intercala párrafos de Bolaño donde ella se reconoce y le responde. Este 28 de abril el poeta infrarrealista y narrador chileno cumpliría 57 años.

http://www.elclarin.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=20944&Itemid=6988